Las normas de mi clase serán consensuadas con mis alumnos. Las propondríamos
entre todos, reflexionando sobre la conveniencia o no de cada una de ellas, analizando
los pros y los contras de establecerla o no. Me gustaría que mis alumnos se
involucrasen y asumiesen una actitud de colaboración responsable en el
desarrollo de las mismas.
Elaboraríamos un documento de compromiso
firmado de cumplimiento de las normas, por parte del alumnado y de los castigos consecuentes con el incumplimiento
de las mismas que también serían propuestos por los alumnos.
Después pondríamos el documento en un
lugar importante de la clase, para
verlas en todo momento y poder analizar, reflexionar y decidir sobre su
importancia en la convivencia del aula. Y por supuesto que no se les olvide
ninguna.
Lo haría de esta manera porque creo que
es la mejor ya que elaborar un listado de normas, yo misma, en un momento puntual,
sin dialogar sobre ellas y recordarlas periódicamente, suele dar al traste con
el fin de las mismas.
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